Hoy me levante temprano y decidí dar un paseo, acá nomas, a unas cuadras de mi casa.
Fui a la vieja estación, a ese lugar donde se respira historia pura
Había un señor sentado en el banco de la plaza que le estaba dando de comer a unos pájaros y note enseguida que sus ojos eran blancos, enseguida pensé que era ciego, pero el hombre levanto su mirada y empezó a observarme, levanto una mano y me hacia señas para que me siente a su lado. Sin temor fui, lo salude y me dijo
"Hola amigo, nos encontramos nuevamente"
entonces pensé que este hombre que jamas había visto en mi vida se había equivocado de persona.
"No, no me equivoque, se bien quien sos"
"Ha pasado un tiempo, por dónde deberíamos empezar? se siente como siempre"
Con mi mirada perdida sobre su ceguera no encontraba razón a este encuentro. Pero en lo profundo de mi corazón había como una memoria, un amor perfecto que volvía a surgir.
"Ahora te acordas?"
Me mantuve en silencio y recordé cuando me sentí libre, cuando no me preocupaba y creía, cuando por encima de todos los otros volaba y eso trajo lágrimas a mis ojos.
Pensé en que la vida puede cambiar en un instante y que se siente bien tener un camino para relalizarse aunque no se cumpla, pero se puede encontrar paz ahí.
"Yo solo quiero decir ´Hola´ otra vez".
Cuando levante la vista se fueron todos esos pájaros volando, mire hacia mi lado y el hombre ya no estaba.
Y yo solo me quede ahí sentado meditando...
No me puedo imaginar en como sería un sacudón del alma como ese. Te confieso que en el fondo de mi desearía tener aunque sea la oportunidad de diez minutos con alguna persona que quiero mucho y ya no está. UN ABRAZO.
ResponderEliminarHay reencuentros que,en el tiempo,solemos aprender a valorar...
ResponderEliminarP.D.:Creo que en la vida,debemos tener una meta,y en base a ella ir ajustándonos el camino,no te parece??
BESITOS VOLADORES :)